Cerca de la Iglesia de San Gregorio Magno al Celio se encuentra la antigua Capilla de San Andrés con los Oratorios de Santa Bárbara y Santa Silvia. El conjunto monumental, con las zonas arqueológicas anexas, fue cedido, en 1828, por el Papa León XII, al Cabildo de Santa María la Mayor. El más antiguo de los Oratorios es el del Triclinium, dedicado a Santa Bárbara. En la pared del fondo está la escultura creada por Nicolas Cordier, la bendición del Papa Gregorio Magno, a partir de una escultura de mármol inacabada de Miguel Ángel Buonarroti. En el centro se encuentra la mesa de mármol blanco sobre la que San Gregorio y su madre Santa Silvia preparaban el almuerzo diario para doce personas pobres.
Sobre restos arquitectónicos se levanta la Capilla de San Andrés, que constituye el primer lugar de culto creado por San Gregorio Magno. Las paredes laterales lucen dos grandes frescos de Guido Reni y de Domenichino, ambos representando algunos momentos del Santo.
Detrás de la iglesia, con vistas al Clivo de Scauro, se pueden admirar los restos arqueológicos de lo que los más grandes estudiosos y expertos del sector reconocen como la sala absidal con planta Basílica de la Biblioteca del Papa Agapito I. (535-536).